Cooperativas de plataforma “made in Mondragon”

Mondragon

Hace 22 años cuando me trasladé al País Vasco a vivir, estudiar y trabajar en la Universidad de Mondragón desde mi Colombia natal, no imaginaba todo lo que iba a experimentar y aprender en una comunidad tan pequeña, trabajadora y resilente que conforman las personas en el Valle de Mondragón. Una comarca del Alto Deba o Debagoiena (en euskera) de 342 km2 de superficie y una densidad de 180 habitantes/km2 , conformado por varios pueblos colindantes en el valle del río Deba y cuyos lazos de unión se entretejen creando una sólida amalgama de unión que va más allá de las relaciones políticas, comerciales o institucionales. Este valle y en especial el pueblo de Mondragón son ahora especialmente conocidos por ser la cuna del Movimiento Cooperativo de Mondragon con la Corporación Mondragon a su cabeza. 

Lo que vi en ese momento, que me sorprendió y a lo que me costó adaptarme fue una sociedad de caracter fuerte, caracterizada por una cultura muy arraigada de trabajo y esfuerzo, una cohesión social y homogeneidad en los estilos de vida y condiciones socio-económicas, una identidad cultural y linguistica muy marcada, una clara vinculación al territorio, una comunidad rur-urbana fuertemente industrializada, pero que no olvida sus orígenes agrarios y un pueblo satisfecho con sus logros, acostumbrado a luchar en condiciones hostiles y receloso de lo ajeno o novedoso, hasta que no demuestre ser digno de confianza. 

Esta historia os puede parecer insignificante, pero dada la situación actual de decepción con el sistema económico capitalista reinante, muchos focos se han puesto en este pequeño pueblo de Mondragón que ha demostrado ser un sistema económico, social y empresarial más justo, responsable, equilibrado y sostenible. Son muchas las personas e instituciones que se acercan a Mondragon a conocer de cerca su experiencia y desgranar sus claves de éxito.

¿Qué se ha conseguido en Mondragón? ¿Qué podemos aprender de su experiencia?

Muchas publicaciones y libros se han escrito sobre el Milagro de Mondragón, acerca de sus resultados, características, claves y aún debilidades. Sólo quiero resumir las que considero de mayor relevancia no sólo como fuente de aprendizaje si no como palancas que ayudarán a Mondragón a seguir creciendo sin perder su esencia, su originalidad.

  • Un origen único, un líder cohesionador y unos valores claros. En 1941 el sacerdote Arizmendiarrieta arribaba a Mondragón, en medio de la post-guerra española con ideas revolucionarias acerca de la solidaridad y el trabajo mutuo, enlazando conceptos como la justicia social y el equilibrio retributivo. Siempre centrado en la persona, la comunidad y su bienestar. Sus ideas insuflaron valentía a un grupo de jóvenes pioneros, que fundaron la primera empresa cooperativa en Mondragón. No se trataba sólo de sobrevivir la época de crisis, si no conseguir idear un modelo autogobernado, que creara empresas fuertes, resilentes y listas para ser traspasadas a la siguiente generación. 

“Una de nuestras características ha sido el sentido práctico de saber actuar en un campo de posibilidades sin renunciar a nuestros ideales. Ha sido posible unirnos y aprovechar las oportunidades que son de interés común”. J.M Arizmendiarrieta.

  • Valores y principios en la práctica. Las cooperativas de Mondragon siguen como toda empresa que se precie actualmente, una serie de principios y valores corporativos alineados con los siete principios cooperativos de la Alianza Cooperativa Internacional ACI. Pero lo interesante no es que tales principios estén definidos y recogidos por escrito, sino que existe una verdadera voluntad de ponerlos en práctica, de la forma más auténtica posible. “Hablar poco y hacer mucho” es la consigna no consciente en Mondragon que hace parte de su cultura empresarial. Cero jactancia, cero palabras huecas.

“Las cooperativas se basan en los valores de autoayuda, autorresponsabilidad, democracia, igualdad, equidad y solidaridad. En la tradición de sus fundadores, los cooperativistas creen en los valores éticos de honestidad, franqueza, responsabilidad social y preocupación por los demás.” ACI

  • De red local a un ecosistema regional e internacional. La solidaridad articulada en la intercoperación, la responsabilidad social articulada en el apoyo mutuo fueron el germen de la primera red de empresas que se crearon en Mondragon. Actualmente Mondragón ha creado a su alrededor un ecosistema que le nutre de lo indispensable: a credit union Caja Laboral o Laboral Kutxa, a Social Welfare Body Lagun Aro, una universidad, Mondragon Unibertsitatea, 3 escuelas cooperativas, 14 Centros de I+D, 8 Fundaciones con objetivo social y múltiples servicios de apoyo a la internacionalización y creación de nuevas empresas. La Corporación participa también en los órganos de las Cámaras de Comercio, en las asociaciones sectoriales del País Vasco y de España, en los clústers sectoriales, y en la mayoría de las asociaciones profesionales en vigor. Participa también en los órganos de gobierno de la Federación de Cooperativas de Euskadi y España, así como en otras federaciones sectoriales y distintos órganos de la economía social. Mondragon es activa en foros sectoriales y genéricos organizados por las distintas administraciones públicas de todos los niveles, ayudando en la definición de una legislación vasca cooperativa promotora de nuevas cooperativas. Mondragon trabaja igualmente en la promoción de los principios cooperativos a nivel internacional, como en el caso del Union co-op model (Modelo cooperativo sindical)  co-diseñado para la United Steelworkers para crear cooperativas de trabajadores en los Estados Unidos.
  • Números con sentido, ambición y constancia. Organizativamente, MONDRAGON se divide en cuatro áreas: Financiera, Industria, Distribución y Conocimiento. En la actualidad está formada por 95 cooperativas autónomas y separadas, unas 80.000 personas y 14 centros de I+D, ocupando el primer puesto en el ranking empresarial vasco y el décimo en España. Presente en los cinco continentes con 141 implantaciones productivas en 37 países, presencia comercial en 53 y ventas en más de 150. En 2020 Mondragon tiene una facturación de 11.482 M€, unas inversiones de 335 M€ y unos recursos de 25,30 M€ destinados a actividades de contenido social. 
  • Retos de futuro. Sin embargo no todo es fácil en el paraíso del cooperativismo. El entorno actual y su evolución exige que las cooperativas se adapten rápidamente y que adopten decisiones no siempre coherentes con sus principios y valores. Preguntas como ¿cómo seguir viviendo los valores cooperativos y transmitirlo a las nuevas generaciones influidas por una cosmovisión ególatra y capitalista?, ¿cómo seguir generando empleo de calidad?, ¿cómo crecer internacionalmente en entornos no cooperativos?, ¿cómo sobrevivir en un entorno económico cambiante y hóstil que habla un lenguaje capitalista? ¿cómo adaptarse a las nuevas formas de hacer negocios en una era digital? o ¿cómo cambiar sin dejar de coherentes y pragmáticos?

“La cooperativa necesita ser reconstruida y revisada todos los días.” Arizmendiarrieta

¿Cómo necesita Mondragon re-inventarse?

Mondragon necesita mirar con otros ojos la creación de valor en sus negocios, la forma de interacción con sus socios cooperativistas y todos los demás stakeholders. Tiene un gran activo, un ecosistema vivo que le permitiría hacer múltiples experimentos; experiencias que refrescarían su actual impacto local y global y su adecuación a las actuales tendencias mundiales y sociales que abocan a una mayor sostenibilidad y responsabilidad social, empresarial y ambiental. Lo que hemos venido haciendo hasta ahora no puede ser el tope que limite nuestra acción futura. El miedo a la pérdida de empleo o rentabilidad no puede intimidarnos para no arriesgar, para no seguir soñando y creyendo en un mundo mejor. 

  • Hacia una economía digital y una cooperativa de plataforma. 

La situación de crisis mundial vivida recientemente a raiz de la pandemia de COVID ha traído una flexibilización de la prestación de servicios, la ejecución de operaciones, la contratación de personal y la productividad del mismo, además de proveer una infraestructura digital que soporta gran cantidad de interacciones digitales y canales de innovación. Las cooperativas de plataforma son un ejemplo de como se pueden aprovechar los casi 70 años de historia de Mondragón con las posibilidades que hoy presentan las plataformas de trabajo digital; ofreciendo trabajo digno y responsable.

“Las cooperativas de plataforma son empresas que utilizan un sitio web, una aplicación móvil o un protocolo para vender bienes o servicios. Se basan en la toma de decisiones democrática y la propiedad compartida de la plataforma por parte de trabajadores y usuarios. Hoy, este movimiento fortalece la base para que los trabajadores se mantengan en tiempos difíciles y al mismo tiempo mantiene viva la idea de la democracia participativa.” Consorcio de Plataformas Cooperativas CPC.

Aunque en la Corporación Mondragón no se haya emprendido aún una línea estratégica formal en este sentido ya hay iniciativas como el programa Cooperativas de Plataforma Ya! ofrecido conjuntamente por el Consorcio de Plataformas Cooperativas CPC de The New School en la ciudad de Nueva York (EE. UU.) y Mondragon Unibertsitatea en Mondragon (España); un curso en línea para introducir, incubar y acelerar las cooperativas de plataforma. Y CoopWorks, un programa de emprendimiento de dos meses para startups en equipo en etapas tempranas en el campo de las cooperativas de plataforma. jointly offer by The Platform Cooperativism Consortium (PCC) at The New School in New York City (USA) and Mondragon University in Mondragon (Spain), an online course to introduce, incubate, and accelerate platform cooperatives. And CoopWorks course, a two-month entrepreneurship program for early-stage team startups in the field of platform cooperatives.

Algunos ejemplos de cooperativas de plataforma de las que podemos aprender son la plataforma cooperativa agrícola española Katuma, que fomenta las cadenas de suministro éticas comprando directamente a los productores agroecológicos locales. Eraman, una cooperativa que ofrece servicios de paquetería y reparto a domicilio en bicicleta. Fairbnb, una plataforma de alojamiento de viajes sostenible donde el 50% de la tarifa de la plataforma se utiliza para financiar un proyecto social en la comunidad visitada.

  • Un ecosistema regional que apoye la creación de nuevas cooperativas de plataforma

Todo está por hacer. Necesitamos toda una cadena de valor que apoye a las nuevas cooperativas de plataforma que se creen, pero también apoyo financiero e institucional para estas empresas que se enfrentan a competidores más fuertes, con más recursos y una cobertura más amplia. 

Algunas de las medidas sugeridas por CPC que pueden ayudar en el contexto regional vasco y el ecosistema de Mondragón y que necesitan un mayor análisis y adaptación al contexto pueden ser:

  1. Políticas de adquisición para brindar un trato preferencial a las cooperativas de plataforma sobre las plataformas de propiedad privada
  2. Préstamos públicos solidarios para financiar cooperativas de plataforma en etapa inicial como parte de las estrategias de desarrollo nacional, regional y municipal
  3. Participación pública en cooperativas de múltiples partes interesadas a través de la propiedad estatal directa de acciones cooperativas que brindan una voz pública en la gestión cooperativa
  • Una nueva generación de cooperativistas. 

Necesitamos personas jóvenes y de mediana edad que crean en el cambio, que estén dispuestos a invertir en el y que no teman lanzarse a emprender una nueva forma de hacer empresa. ¿Quiénes son estas personas en el País Vasco y España? ¿Qué están haciendo? ¿Qué necesidades tienen? ¿Cómo podemos apoyarlas en esta nueva iniciativa? ¿Qué ecosistema se necesita para lanzar cooperativas de plataforma exitosas? ¿Qué contribución real hacen en su comunidad y región? ¿Cómo las cooperativas de plataforma pueden beneficiarse de los aprendizajes de la experiencia cooperativa de Mondragón? 

Nuestro punto de partida

Mi agenda de investigación en the the 2022-2023 Fellowship Program at The New School’s Institute for the Cooperative Digital Economy está llena de preguntas, pero también de ilusión y expectativa de estar creando algo nuevo, algo que pueda generar valor y riqueza (no sólo la económica) para más personas que creen en una forma cooperativa de hacer empresa y aportar a nuestra comunidad y sociedad.