Beneficios
La propiedad de los trabajadores cuenta con una larga y sólida historia en Estados Unidos, y tiene especial importancia para la situación política y económica actual. Hay varios factores que también ayudan a crear una oportunidad favorable para que los empresarios vendan sus negocios a los trabajadores mediante el modelo cooperativo.
Estamos en el medio de un «tsunami de plata». Los miembros de la generación del baby boom se jubilarán en masa y los empresarios deberán reflexionar sobre los planes sucesorios, lo que incluye la opción de vender sus empresas directamente a los trabajadores. Los recursos gubernamentales y privados están ahí para ayudar a que estas ventas sean posibles.
Los responsables políticos están empezando a prestarle especial atención al aumento de la propiedad de los trabajadores mediante leyes, como la denominada Mainstreet Employee Ownership Act (Ley de propiedad de los empleados de Main Street). Esta ley, que entró en vigor en 2018, permite a las empresas utilizar créditos de la Small Business Administration (administración de los pequeños negocios) de Estados Unidos para financiar los planes de adquisición de los trabajadores.
Existen varias organizaciones que también están ayudando a facilitar las ventas a modelos de propiedad del trabajador. Algunos grupos como American Working Capital, National Center for Employee Ownership, The ICA Group, Sustainable Economies Law Center y Jason Wiener P.C., por citar solo algunos, asesoran y realizan ventas a modelos de propiedad del trabajador que van desde ESOPs (propiedad de acciones por empleados) a fideicomisos de propiedad del trabajador, pasando por cooperativas de trabajo asociado.
La conversión a un modelo cooperativo es especialmente significativa teniendo presente la desalentadora desigualdad salarial. Las cooperativas de trabajo asociado van más allá que otros modelos de propiedad al empoderar a los trabajadores mediante una gobernanza democrática y una propiedad del trabajador del 100%. Compartir la propiedad con los trabajadores garantiza que una gran cantidad de actores se comprometa e invierta en el negocio. Los trabajadores asumen la responsabilidad de la empresa de la que son propietarios y en la que trabajan. Algunas investigaciones recientes de revistas científicas, como la Harvard Business Review, entre otras, recogen el aumento de la eficiencia y la mejora del rendimiento y productividad de las cooperativas de trabajadores.
Las cooperativas presentan otras ventajas competitivas con respecto a las empresas tradicionales y las ESOPs (propiedad de acciones por empleados). Ofrecen protección a los trabajadores ante la explotación mediante la gobernanza compartida y la toma democrática de decisiones. También mejoran la puesta en común de información dentro de la entidad y responden mejor ante las crisis con una mayor resiliencia frente a la recesión derivada de los riesgos adversos y al sacrificio compartido. Las cooperativas suelen revolucionar las previsiones típicas de oferta y demanda al satisfacer necesidades desatendidas en la comunidad. Además, generan buena voluntad entre los miembros de la comunidad y una ventaja competitiva única al incorporar un abanico de actores en el modelo de negocio. Las cooperativas atraen también a esos consumidores que desean construir un bien común y gastar su dinero en una empresa con orientación social.
Con gran parte de la economía convirtiéndose a lo digital, una plataforma cooperativa ofrece una intervención clave para los empresarios. Las plataformas cooperativas muestran todas las buenas prácticas de las cooperativas, además de trasladar esas técnicas a la economía digital.
Mediante el modelo de plataforma cooperativa, los empresarios pueden ofrecer a sus trabajadores una mayor igualdad salarial, un trabajo digno, una toma democrática de decisiones, una propiedad compartida y equidad en sus puestos de trabajo.
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